Tal vez el paso del tiempo me fue arrebatando de a poco, la capacidad de sentir el amor. Y no el amor diario, sino el amor juvenil ese que de adolescentes nos hacia desvelarnos por ella.
Esas veces que la veia pasar en la escuela no basta más, para sacarme un sonrisa y de vez en cuando algún que otro suspiro. Esos suspiros de desilusión cuando estaba con otro, pensando y re pensando que siempre seria mas feliz con uno. Quizás fue el tiempo, tal vez la tecnología. En un tiempo donde la unica camara y almacenamiento, eran los ojos y los sueños. Donde la silueta de su figura con su pelo ondeando, era el unico negativo valido. Donde mas tarde se reproduciria en las horas de soledad, en los sueños.
Quizás fue el tiempo, tal vez la tecnología que nos quito el factor sorpresa. En un mundo globalizado, en un mundo de ahora mismo, donde es mas importante contestar rapido alguna red social que algun otro gesto. Debe ser que todavía creo en el poder de las sonrisas espontáneas, en hola que tal en vivo, del poder de los encuentros. Cuando no verse o no poder hablarse un dia entero no significaba una pelea ni el olvido de la otra persona, ni infidelidad, ni la muerte del amor. Donde verla salir de la escuela despues de estar esperando tenia mas valor que algun muro o me gusta. Y era la sensacion de poder encontrarse sin importar mas distancias sin importar horario, porque realmente cada segundo que estábamos juntos dejábamos todo el mundo aparte sin celulares ni modas ridículas a cual atender, solo los 2 y sin un mundo alrededor. Porque la realidad éramos nosotros 2, ni un gramo mas de materia ni una molécula más. Solo nosotros y nuestras sonrisas, nosotros y nuestras miradas conectadas, eramos nosotros siendo uno, eramos amor. Tal vez ingenuo, inocente, torpe e infantil. Pero hoy mundo de vulgaridades, donde todo es explicito, donde se robó la intimidad, donde todo es cotidiano. El amor cayo victima, perdio su significado poderoso ante los me gusta. El te amo de sus labios tal vez las palabras que alguna vezfueron combustible de muchos corazones, hoy son una mera frase más. Quizas fue el tiempo, tal vez la tecnología. O simplemente fui yo entre desilusiones.
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