Miedo a querer, a querer encontrar algo más allá de la zona de confort, del confort que es en dolor de lo conocido. De encerrarse que todo es igual, que nada cambiara si empezamos a asomar el sentimiento. Miedo a poder entregarse como uno es y no encontrar la devolución esperada.
Tal vez, sea miedo a no conocernos en nuestra totalidad, tal vez nos de miedo lo grandioso que podemos llegar a ser, vemos lo doloroso y no lo que nos hace ser el momento.
Ser consciente de que al momento de querer a alguien, entregamos todo, lo bueno y lo malo. Porque somos eso, contrastes de vivencias, de emociones, de sensaciones. Pero lo importante es abrazar lo que realmente podemos ser, al entregarnos. La sombra es solo proporcional a lo que brillamos.
No me limitaré al encontrarte, no me mentire en algo que no soy, estaré, y seré lom genuino que puedo ser.
